domingo, 10 de octubre de 2010

LA ENVIDIA

Un topo que no sabía si era de dia o de noche por tener escasa la vista, salio de su madriguera y, advirtiendo la presencia de una luciernaga, le dijo:
-Siendo mas pequeña que el gorgojo, ¿tienes la pretension de lucir una linterna con la que alumbras a propios y extraños como si fueras el potente faro del puerto?
El insecto, creyendo ser objeto de una lisonja, le repuso al momento: -Ni una ni otra cosa... Y gracias por tu cumplido. No es como tu piensas. En verdad soy pequeña y con mi luz no hago mal a nadie, pero si el bien a otros.
-¡ Calla, calla, atrevida! ¡ Si seras necia!
Le dijo el topo, mas cegado por la envida.
-Me parece que estas equivocado, amigo. -Contesto la luciernaga.
-Asi por ejemplo, al pasar entre las plantas, mi luz alumbra el camino para que los pequeños seres puedan guarecerse en el tronco de los arboles.
Entonces el topo, no satisfecho con la explicacion, le grito: ¡ Callate impertinente!
¿ Te crees una estrella?
¡Largo de mi camino antes de que te hinque con mis dientes!
La luciernaga dijo -Te aseguro que soy un ser pacifico y que no destruyo las raices de los arboles ni me como las semillas.
El topo le contesto -¡ Ya puedes ir despareciendo miserable micho!
No vuelvas a perturbar la tranquilidad que me rodea.
La luciernaga le dijo al topo - No te tengo miedo ni temo a nadie para hundirme en la tierra como tu lo haces. Solo camino de hoja en hoja para alegrar las noches.
La luciernaga hablo con tal dignidad que el topo no tuvo mas remedio que meterse en su hueco, rumiando su censurable envidia.
"Nada hay tan odioso como un ser envidioso"

Travis - Sing

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